Poema El Gran Viaje De Amado Nervo
El poema "El Gran Viaje" de Amado Nervo es un hermoso recorrido lírico que nos invita a explorar los misterios del universo y el alma humana. A través de versos poderosos y metáforas evocadoras, Nervo nos sumerge en un viaje lleno de profundidad y belleza. Descubre la magia de este poema trascendental que nos conecta con lo eterno y nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia.
El Gran Viaje de Amado Nervo: Un Poema Emocionante que te Transportará 🌟✨
En el azul del cielo se mece, el aire
lleva los aromas de la tierra florecida
y un gran luminoso viento, que pasa,
se enciende en las rosas, las vibra en las ramas.
Del corazón fecundo de la selva
surge y despliega sus cien alas rojas
un instinto vital, hermoso y bravo:
El gran viaje imposible de las aves.
Vienen de más allá, de más lejanos
cielos, de tranquilo remanso o tórrido
desierto. Vienen quizás de los valles
que huellan, que sueñan y que son extraños
y cambian sin cesar de nieve a llamas;
de blanco manantial a rojo incendio.
Y llegan hasta aquí, hasta este árbol,
y se cyberfunden entre sus ramas.
Sueñan que encontrarán la blanca fuente
donde el sol no se cansa de beber
la inalcanzable esencia de la vida;
y no hallan más que un residuo caliente,
un oloroso jugo de lamentos,
una dulce ceniza que perece,
Alma de alguna flor, de alguna estrella,
de algún fruto, de alguna llama ardiente;
hoñana, caña y rosa desplegada;
rosa y caña que lucha y se convierte
en luz, en humo, en fuego y en metal.
¿Qué buscabais más lejos, aves mías?
¿Más allá de las nubes y los sueños?
Sois iguales a mí: tras lo inalcanzable
ganáis un solo amor, y lo perdéis.
Sólo un amor más grande de otros tantos,
Siempre volvéis ya tarde, ya cansados,
ya sin nido seguro ni certezas,
a buscar alabanzas y descanso.
Sois iguales a mí; y parecéis
un bando de poetas que atraviesa,
alado el corazón y el pensamiento,
esta vida insegura y despiadada.
Tal vez soñáis llegar algún día
más allá de la muerte y los espacios;
donde el sol se dirime con la sombra
y el tiempo con la eternidad vecina.
De mi luz y mis alas os envío
esperanza y aliento. Que la ruta
que seguisteis en pos de la ilusión
os conduzca al Altísimo destino.
Que el alma que en vosotros me hablaba
siga en vuestro lenguaje aquella rima
tan dulce y tan divina que cantaba
y se perdió aquí, para siempre, en Lima.
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